El aviso donde ofrecían el trabajo decía más o menos algo así: "Buscamos los mejores estilistas y vendedores con ganas de ganar mucho dinero, un ambiente laboral increíble y grandes proyecciones laborales, sueldos sobre el millón de pesos!". Obvio que envié mail, obvio. Y me llamaron. Tuve una entrevista en un Starbucks con un par de tipos que me entrevistaron en español e inglés, dándome a entender que necesitaban saber si hablaba bien otro idioma, por si avanzaba lo suficiente como para irme al extranjero. Me hablaron del producto, una plancha de pelo a toda raja todo trapo, que era muy fácil de vender y que las comisiones eran realmente jugosas. Iban avanzando por venta, si vendía muchas planchas en un día, podía ganar fácilmente un sueldo superior al millón de pesos, y lo mostraban con gráficos, números, etc, todo muy convincente.

Me entusiasmé ene, le ofrecí iPhones de regalo a todo el mundo, porque obvio que yo sería la mejor y me haría multimillonaria. Bueno, no tan así, pero de verdad que creí super posible ganar buenas lucas, al menos un buen poco más que el sueldo promedio de mall (220 lucas). 

Cuando me llamaron, tuve que ir a una capacitación de una semana entera. Era en unas salas en Providencia donde nos hicieron hablar de nosotros, de nuestros sueños y aspiraciones, todo muy motivacional. Había gente de distintos niveles sociales, distintos gustos, distinto todo... Pero todos tenían en común algo: O una ambición muy grande, o un sueño muy bonito. En mi caso, era lo segundo, mi sueño de dedicarme a la música y juntar dinero para eso. Estaban los papás jóvenes que debían sustentar una casa, o gente que debía mucho dinero a alguna casa comercial. En el otro grupo, estaban por ejemplo las típicas minas que les tiraban los calzones al tipo que hacía la capacitación netamente pasa ver si conseguían un mejor puesto...

La capacitación fue heavy. Yo no lo podía creer, la preparación que daban para vender a toda costa, no importaba nada más. Y la semana que duró, era una especie de Reality Show, esperar cada tarde a ver si te llamaban para ir al día siguiente o no, ver como desaparecían poco a poco los más débiles o lentos. Al final, quedamos unos cuantos, y entramos a trabajar a la semana siguiente. O mejor dicho, empezamos a acechar.

Tuve que aprenderme una conversación completa de memoria, con respuestas a todas las posibles preguntas/reacciones/respuestas de todo tipo de clientes. Trabajábamos en un módulo de esos de pasillo de mall, e interceptábamos personas que iban pasando. La cosa era más o menos así.

Carolaila Demoníaca: "Hola! Te puedo hacer una pregunta? Qué usas para darle estilo a tu cabello?"

Persona inocente: "Eh..." [Acá podían responder cualquier cosa, no importaba. Podían decirme que secador de pelo, crema de peinar, aceite de motor, tener sexo para obtener ondas salvajes (Saludos a Lalymoon), nada, etc. La respuesta no importaba en absoluto]

Carolaila Demoníaca: "De verdad?! :D Déjame mostrarte algo increíble, solo tomaré un minuto de tu tiempo!" [Acá todo con mucho entusiasmo. La instrucción era no esperar respuesta, y dar la vuelta, porque de esa manera, la persona inconscientemente te seguiría hacia el módulo. Estaba todo estudiado. Efectivamente, la gran mayoría de las personas te seguía.]

"Cuál es tu nombre?"

Persona inocente: "Pepita"

Carolaila Demoníaca: "Mucho gusto Pepita! Mi nombre es Carolaila Demoníaca. Te cuento. Todo lo que ves aquí son herramientas profesionales para estilizar el cabello traídas directamente desde Europa." [Entre que le iba contando, tenía que ir agarrándole un mechón de pelo para probar la planchita en cuestión, sin preguntar, metiendo conversa sin dejar jamás un silencio, porque era un error terrible dejar que la persona hiciera una pregunta. Estaba prohibido dejar de hablar, no podíamos exponernos!]

En esta etapa, explicábamos todo el funcionamiento de la plancha. No podíamos cambiar palabras, todo debía ser al pie de la letra, pero sonar natural. Explicábamos que "calentaba el pelo de adentro hacia afuera, como un microondas, dejando en la superficie toda la humedad y brillo natural del cabello". Explicábamos que las placas eran de cerámica de verdad, y le pasábamos una placa a la persona para que la tomara, para que notara la diferencia entre otras planchas que pudiera haber probado. Después de explicar toda la tecnología, que no dañaba el pelo para nada, que no necesitabas productos extra para el frizz, etc, venía lo siguiente. Recuerden, todo textual, sin cambiar palabra alguna.

Carolaila Demoníaca: "En una sola pasada, dejará tu cabello suave, liso y brillante. Mira, tócalo!"

Ahí, la persona estaba mega convencida de que la plancha era ultra bakán. Ahora venía la parte (según yo) más imbécil del discursito, pero nos exigían hacerla tal cual, recuerden, cada palabra estaba estudiada por expertos en ventas and shit.

Carolaila Demoníaca: "Ahora Pepita, estás preparada para lo más sorprendente? Pero debes prometerme que no te pondrás a gritar como loca, ok?" Cachen la weá cuestión imbécil po. Obviamente todo teníamos que decirlo así con pasión y energía y power y todo eso. De hecho, si nos veían medios desanimados, nos compraban café en Starbucks (Esos shot cuáticos, no sé como se llaman) y nos hacían tomarlos hasta animarnos :/

[Lo "tan impresionante", era q le tomábamos un mechón de pelo, y con la misma plancha, le hacíamos un rulo. Sí, eso era. Pero la energía que había que poner, hacía muchas veces que la persona efectivamente se sorprendiera caleta. Es impresionante la fuerza que tiene una buena estrategia de venta]

Carolaila Demoníaca: "Pepita, cuánto crees que te durará este rulo?"

Pepita: "No sé, una hora o dos?" [A estas alturas, Pepita estaba completamente de nuestro lado, y nos respondía lo que necesitábamos escuchar. En el tiempo que trabajé, absolutamente nadie me dijo "días!"]

Carolaila Demoníaca: "Te durará hasta que te laves el pelo!! De hecho, puedo intentar alisarlo con las manos, pero no lo lograré! Mira! Inténtalo tú misma!" [Ahí, tenía que tratar de desarmarle el rulo. Obviamente, de manera tal que no se desarmara. La persona, inconscientemente, realizaría los mismos movimientos que tú, logrando así, que tampoco se alisara el mechón.]

Carolaila Demoníaca:"Pepita, cuántas planchas de pelo y/o onduladoras te has comprado en los últimos 3 años?"

Pepita: "Uff.. No sé, 4 ó 5" [Nuevamente, sale a la luz la fuerza de la estrategia de venta. Nadie se compra tantas planchas en tan poco tiempo. Y todos respondían cosas así. Nadie te decía que ninguna, incluso cuando habían dicho no usar planchas antes.]

Carolaila Demoníaca: "Y cuánto costarían? Digamos... Unos 20 mil pesos cada una? Y si a eso le sumamos el protector de calor que compras una vez al mes? Eso por 36 meses, no? Más la silicona para el final, claro. Y no olvidemos los tratamientos para reparar el daño que ha causado el calor directo... Es mucho dinero..." [Acá Pepita asiente abrumada por la cantidad de plata que gasta]

Acá viene la parte más heavy. Lo más horrible de todo. Es que en serio, era atroz. De hecho, es por esta razón que duré poco más de un mes en este trabajo, porque iba demasiado en contra de mis valores. Yo me considero una mujer honesta, y esto no me gustaba nada.

Carolaila Demoníaca:"Esta plancha tiene un valor normal de $109.990. Pero hoy estamos en promoción, y podrás obtenerla al increíble precio de $79.990!!!"

[Obviamente acá Pepita empieza a dudar, porque igual son hartas lucas. Se empieza a intentar a hacer la desentendida, pero ella misma acaba de decirte hace poco rato que gasta ridículamente mucho más, entonces, no puede contradecirse. De hecho, después de toda la conversación (Que obviamente fue más que un puro minutito como le habíamos dicho, de hecho, la hemos tenido ahí sentada fácilmente 15 a 20 minutos), como no la hemos dejado preguntar nada, prácticamente no tiene excusas para no comprar. Es más. Acá tampoco la dejamos hablar, pasamos altiro a la pregunta.]

Carolaila Demoníaca:"Cuál es tu color favorito?"

Pepita: "Emm, morado"

Carolaila Demoníaca: "También es mi favorito!" [Empieza a sacar una plancha morada del stock, la abre y se la pasa. Acá la persona siente cierto compromiso, cree que lo hiciste solo por ella y se siente especial. Inevitablemente empieza a considerar comprarla.]

Acá en el manual de venta empezaban a aparecer varias opciones de cierre. Podía ser que la persona en este momento decidiera comprarla, y ya, se le vendía, al precio "promoción" de $79.990. Si la persona aún no se decidía, pasábamos a lo siguiente.

Carolaila Demoníaca: "Cuando te planchas, donde dejas tu plancha normalmente?"

Pepita: [Respuesta random, daba lo mismo lo que dijera]

Carolaila Demoníaca: "Pero eso es muy peligroso! Hmmm...  A ver, déjame ver algo." [Ahí iba a "revisar bodega"] "Ya, mira. Si te llevas la plancha ahora, te voy a regalar este estuche térmico. Este estuche tiene un valor de $9990. Pero me caíste demasiado bien, y sé que quieres la plancha. Por eso te quiero hacer este regalo."

Si este cierre no resultaba, después le ofrecíamos un sujetador con ventosa para poner en el espejo y facilitar el uso de la plancha.

Si este cierre no resultaba, le decíamos que haríamos un esfuerzo especial, y que le regalaríamos ambas cosas, el estuche y el soporte.

Si este cierre no resultaba, le ofrecíamos otro modelo de plancha (En verdad eran todos los mismos, pero con distinto diseño exterior) y le decíamos que ése estaba a $69990. Le ofrecíamos eso más los 2 regalos.

Si este cierre no resultaba, venía lo más trucho de la vida.

Carolaila Demoníaca: [En voz muy baja, que solo escuche la clienta] "Ya mira. Me caíste demasiado, pero demasiado bien, y haré algo especial por ti. Pero tienes que prometerme que esto será un secreto entre tú y yo. Yo tengo un descuento especial por ser vendedora, y no lo uso hace mucho tiempo. Si tú llevas la plancha, a mí me conviene, porque tus amigas verán lo hermoso que está tu pelo y querrán saber tu secreto. Si te la llevas hoy, te haré un descuento especial. Puedes llevarla a solo $54990. Pero es un secreto, vale?"

Sinceramente, esto me daba demasiada vergüenza. Lo encontraba último de chanta. Pero los jefes estaban ahí siempre dando vuelta, y observaban que una hiciera todo. A final de cuentas, la plancha costaba $79.990, pero si te hacías la difícil, podías obtener regalos, y bajar el precio incluso en 25 lucas. Así, tal cual.

Lo peor, era que si te preguntaban hasta cuando era la promoción (Recuerden que el precio "real" era de $109.990), había que decirles que solo hasta el día de hoy. Había que decir "De hecho, era hasta ayer, pero el sistema aún me marca el precio promoción, no sé hasta qué hora irá a marcar así"

HEAVY METAL LOCOOOO!

Bueno. Sé que me alargué caleta. Pero es que era necesario contarles todo esto. Para que sepan que hay mucho engaño y manipulación en la venta directa. Quiero que tengan cuidado. Que no paren cuando les quieran mostrar cosas nuevas, porque están entrenados para que no puedan escapar. Que tienen mil facilidades de pago. Que saben a quién atacar.

De hecho, me da ene pena acordarme cuando me decían "Mientras más pobres se vean, más posibilidades hay de que compren. Porque son ignorantes, y no tienen conciencia del endeudamiento"

No sé. Yo no aguanté mucho trabajando ahí. Me sentía mala persona. No era capaz. Tenía compañeras que eran mamás, que necesitaban mucho las lucas, y las entiendo, de verdad. Pero yo, al igual que muuuchos otros, no lo toleré. Los vendedores duraban super poco, por lo mismo.

No digo que esto pase en todos lados. Pero estoy segura de que no es el único lugar donde pasa.

Así que eso pos chiquillas. Me estuve acordando de esta experiencia y quise contarles, para que compartamos puntos de vista, comenten harto, que me encanta. Y pucha, nuevamente, para que tengan cuidado u.u

Y por si alguien se lo pregunta, efectivamente, la plancha era increíblemente buena xD Pero nada justifica una estrategia de venta tan sucia, al menos eso creo yo. Y ojo que esto se da en belleza, gimnasios, seguros, afp, etc.

Ahora, después de 870 años escribiendo, me despido jaja. Espero sus opiniones, quisiera saber si les gustó que abordara otros temas y todo eso =)

Besitos!